Los nuevos hallazgos de un mural sagrado y un sepulcro real nos acercan hoy al yacimiento de San Bartolo en Guatemala. Estos descubrimientos pertenecen a la civilización maya, hace más de 2000 años.
El descubrimiento se hizo por azar, fue William Saturno el que buscó sombra en un túnel que habían excavado los saqueadores, junto a una gran pirámide, y al ver el rostro del dios del maíz excavando por encima de su hombro a una hermosa doncella comenzó en él la avidez de la investigación. Sin embargo, hasta el año 2003 no se dio el permiso para comenzar de forma completa la investigación en las ruinas de San Bartolo.
Al otro lado del túnel se encontraba una nueva pirámide que había permanecido oculta durante miles de años debido a que se erigió encima una nueva a un gobernante de San Bartolo.
En ella se halló un mural sagrado que abarca al menos dos muros de una sala anexa a la base de esta pirámide que nació con el objetivo, por una parte, de honrar a dioses y por otra parte, ilustrar el derecho divino de un rey a gobernar.
En el mural más alejado de la sala se puede ver la pintura de un rey, con nombre y título, siendo coronado, lo que nos lleva a un descubrimiento mayor, y es que la monarquía existía mil años antes de lo que se pensaba.
Y a un kilómetro y medio, al oeste de la sala del mural se encuentra este sepulcro real de la civilización maya, más antiguo que se conoce, descubierto por la arqueóloga Mónica Pellecer Alecio, al retirar unas pesadas piedras que la cubrían. El mural permanece intacto a pesar de los miles de años que han transcurrido, como si se hubiese hecho ayer.
En el resto de los murales de esta antigua pirámide pueden verse pinturas de sacrificios, árboles sagrados y antiguos dioses mayas.
Sin embargo y por si quedasen dudas se envió un fragmento de estos a un laboratorio de la Universidad Metodista de Dallas junto con fotografías y bocetos que trajeron los exploradores y se comprobó su datación y, por tanto, veracidad. Asimismo, se han realizado varios informes de Investigación Arqueológica y Conservación.
Los restauradores han abierto una ventana hacia la vida cortesana y mitológica de los antiguos mayas, que merece la pena conocer y disfrutar de ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario